Las fiestas sorpresa siempre es complicada de organizar, y por eso siempre nos vienen bien unas ideas para una fiesta sorpresa. Cuantas más ideas tengamos mejor, ya que así podemos mejorar la fiesta que en un principio teníamos planeada, y que es posible que fuese un poco aburrida
ENGAÑO DE LA CENA TRANQUILA
Es evidente que si damos una fiesta sorpresa, la persona a la que se la damos no se tiene que enterar. Como no se trata de un cumpleaños, organizar el engaño es muy sencillo. Por ejemplo, podemos decir que vamos a un restaurante a cenar tranquilamente. Con antelación, tenemos que llamar al restaurante y reservar todas las mesas que nos hagan falta.
En estos casos lo mejor es ir a uno pequeño y reservarlo entero. Entonces llegamos nosotros primero y el restaurante está vacío.
Poco a poco pueden llegar los invitados, que harán como que han ido al mismo sitio por casualidad. Cuando lleguen varios es cuando hay que dar la sorpresa, aunque en este caso puede que ya sea demasiado evidente, por lo que otra opción es que cuando nos pongamos a cenar todos los invitados entren a la vez.
LA FIESTA SORPRESA CON RETRASO
Este tipo de fiesta sorpresa es una de las mejores si engañar a la persona a la que damos la fiesta es poco menos que imposible. Para que no se espere lo que va a pasar, la engañamos con una pequeña fiesta en casa, con muy pocas personas. Le decimos que le hemos dado una fiesta por cualquier motivo que nos inventamos.
Es importante que esta fiesta sea muy sencilla y aburrida. Esto se hace así porque la sorpresa vendrá unos días después, cuando le decimos a la persona que nos acompañe a la fiesta sorpresa para un amigo. Es allí donde sí estarán todos los invitados y daremos la fiesta verdadera
ENGAÑA CON ALGO QUE HACÉIS NORMALMENTE
Para que la fiesta sea una sorpresa de verdad, es mejor engañar a la otra persona con algo que hagáis normalmente. Las fiestas se suelen organizar el fin de semana, que es cuando la gente no trabaja, así que piensa en qué actividades hacéis en estos días.
Si os vais al campo, organiza la sorpresa allí. Si soléis ir a un bar haz que todos tus amigos aparezcan de repente. De esta manera la organización es fácil, ya que no hay que hacer nada más que lo que haces siempre
ENGAÑO DE LA CENA TRANQUILA
Es evidente que si damos una fiesta sorpresa, la persona a la que se la damos no se tiene que enterar. Como no se trata de un cumpleaños, organizar el engaño es muy sencillo. Por ejemplo, podemos decir que vamos a un restaurante a cenar tranquilamente. Con antelación, tenemos que llamar al restaurante y reservar todas las mesas que nos hagan falta.
En estos casos lo mejor es ir a uno pequeño y reservarlo entero. Entonces llegamos nosotros primero y el restaurante está vacío.
Poco a poco pueden llegar los invitados, que harán como que han ido al mismo sitio por casualidad. Cuando lleguen varios es cuando hay que dar la sorpresa, aunque en este caso puede que ya sea demasiado evidente, por lo que otra opción es que cuando nos pongamos a cenar todos los invitados entren a la vez.
LA FIESTA SORPRESA CON RETRASO
Este tipo de fiesta sorpresa es una de las mejores si engañar a la persona a la que damos la fiesta es poco menos que imposible. Para que no se espere lo que va a pasar, la engañamos con una pequeña fiesta en casa, con muy pocas personas. Le decimos que le hemos dado una fiesta por cualquier motivo que nos inventamos.
Es importante que esta fiesta sea muy sencilla y aburrida. Esto se hace así porque la sorpresa vendrá unos días después, cuando le decimos a la persona que nos acompañe a la fiesta sorpresa para un amigo. Es allí donde sí estarán todos los invitados y daremos la fiesta verdadera
ENGAÑA CON ALGO QUE HACÉIS NORMALMENTE
Para que la fiesta sea una sorpresa de verdad, es mejor engañar a la otra persona con algo que hagáis normalmente. Las fiestas se suelen organizar el fin de semana, que es cuando la gente no trabaja, así que piensa en qué actividades hacéis en estos días.
Si os vais al campo, organiza la sorpresa allí. Si soléis ir a un bar haz que todos tus amigos aparezcan de repente. De esta manera la organización es fácil, ya que no hay que hacer nada más que lo que haces siempre
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